Me sentía mal.
Querido diario...
Que sea el miércoles antes de jueves santos y tengas clases, llegues a las seis de la mañana cuando el timbre toca a las siete. Que encima de todo esto, el turno de la tarde no tenga clases. ¿Asco, no?
Pero esperen las cosas se ponen... "mejor".
Resulta ser que veo a mí crush con su novia, un amigo mío me deja de hablar porque según él, el día anterior lo abandone (nos íbamos juntos a la parada de buses) cosa que no paso... el se fue y me dejo porque yo esperaba a alguien y el andaba apurado.
Bueno... ya después de que mi amigo me ignorara (estamos en el mismo salón), viera a mi crush con su novia... y una leve nostalgia viniera a mí por un problema familiar un dolor de cabeza se apodera de mi, me sentía mareada (no había comida nada (nunca lo hago pero quizás toda la conmoción me causo mucho impacto) y tampoco había dormido) me empecé sentir muy mal, por lo que fuí al gabinete psicopedagógico... la licenciada estaba ocupada por lo que una vez pude controlar mis ganas de llorar me fui y llegué a la dirección para solicitar una hoja de retiro. Lo gracioso es que esta hoja tenía que ser llenada por la consejera y fui al salón de profesores donde ella estaba sentada, le pedí que la llenara pero ella se negó porque me iba a ir en taxi, y ella solo lo aprobaría si alguien me venía a buscar sin aguantar más me largue de ahí sin esperar respuesta.
Estaba caminando hacia la salida de atrás ("para fugarme" ya que la consejera no me lleno la hoja de retiro) habían mucho chicos jugando futbol y entre ellos mi crush, comenzaron a gritar cosas como: ¡Se va a fugar!, ¡Voy a decir que fugaste!, ¡Se fuga!; claro está que mi crush no fue de los que gritaban. Seguí caminando como si no los escuchara, agarré un taxi hasta la parada de buses, tome el primero que vino y me baje en una parada cerca de mi casa y de ahí otro taxi hasta mi casa. Apenas llegué me lance a la cama a llorar.
Fue un día del asco pero ¡hey! no puedo hacer nada por eso solo me quedo alejarme unos días para pensar.
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